domingo, 13 de marzo de 2016

Monumentos y manifestaciones artísticas soviéticas en los países de la antigua URSS (Rusia)


Rusia: la memoria olvidada, la Ley Memorial y el Metro de Moscú

En el caso de Rusia, las relaciones con su pasado soviético son difíciles e incluso contradictorias. La experiencia soviética ha sido conceptualizada de distintos modos y se le ha dado distintos usos políticos por parte de las autoridades rusas tras el colapso de la Unión Soviética. Lo que hace distinto a Rusia de las otras exRepúblicas soviéticas es el papel central que el Estado tuvo en la URSS. En Rusia se encuentran el origen y el centro del régimen soviético, por lo que, cuando este desapareció, el Estado no pudo atribuir a un actor externo la responsabilidad de sus desgracias -algo que sí ocurrió con el resto países exsoviéticos.

Muchas de las exRepúblicas han desarrollado sus políticas de memoria cultural a partir del sentimiento de liberación que sintieron con el fin del comunismo y la URSS. Es por eso que, a partir de los años 90's y la independencia de éstas, se destruyeron monumentos y estatuas soviéticas y se empezó a gestar medidas desde los Estados para gestionar el pasado. Si bien Rusia también vivió con alivio el fin de la opresión soviética, este sentimiento vino acompañado -en algunos casos- de cierta frustración o melancolía de la Gran Rusia, sus logros y su expansión como potencia mundial.

La desaparición de la URSS y el sistema político comunista implicaron una crisis identitaria que, desde los 90's, la sociedad y el Estado ruso han intentado superar a fin de reconstruirse como Estado. Uno de los principales problemas es que la sociedad sigue traumatizada por la violencia y la represión de la época soviética -sobretodo en el periodo estalinista- pero sin embargo, se ha optado por la negación, el silencio y el olvido de los episodios más oscuros del pasado.

Putin usa la historia soviética pero también la historia prerrevolucionaria, como apoyo de la ideología nacionalista que propone y que sustituye ahora a la ideología comunista del pasado. El principal discurso es el de la Gran Rusia y su pasado glorioso, donde se mezclan elementos de la tradición zarista y la eslavófila, además de la etapa soviética. Con el objetivo de reforzar esta visión “justa” de los hechos, el gobierno de Putin ha promulgado la Ley Memorial. Este proyecto busca reestablecer prácticas de la época soviética, controlando los discursos que se generan e imponiendo su propia visión del pasado.


Por ser la capital del imperio ruso durante más de dos siglos, la cuna de la revolución bolchevique y participar activamente en la lucha soviética para acabar con las fuerzas nazis durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de San Petersburgo acoge un gran número de monumentos que evocan grandes victorias y conmemorativos. Sin embargo, son monumentos que siguen el discurso oficial de la memoria rusa. 



Campo de concentración en la ciudad de Perm

La voluntad de silencio y las reticencias a establecer responsabilidades dentro del propio se pueden ver reflejadas en la ausencia de monumentos oficiales en memoria de las víctimas del estalinismo. La actitud del gobierno no es sólo pasiva, sino que en los últimos años ha buscado obstaculizar la actividad de las asociaciones de víctimas que sí pretenden dar visibilidad al pasado. Además, Rusia tampoco se ha preocupado por preservar lugares de memoria como son los campos de concentración del sistema soviético. El único parcialmente conservado es el de Perm-36, a 100km de la ciudad de Perm, por iniciativa de una asociación de víctimas.

En 2009, activistas y liberarles iniciaron una cruzada con el objetivo de evitar el retorno de las estatuas y símbolos de Stalin al histórico metro de Moscú. La figura del líder soviético parece haberse revitalizado desde hace unos años atrás. Hoy en día Stalin es un personaje popular en Rusia y, pese a que se le reconocen sus responsabilidades, también se le considera uno de los padres del esplendor ruso.



Detalle del metro de Moscú


Bibliografía:

The Telegraph: Josef Stalin 'returns' to Moscow metro
http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/russia/6140394/Josef-Stalin-returns-to-Moscow-metro.html

El Mundo: Rusia no entierra a Stalin
http://www.elmundo.es/internacional/2015/12/27/567ee57bca4741b92c8b4587.html

Groppo, Bruno. Los problemas no resueltos de la memoria rusa
http://nuso.org/articulo/los-problemas-no-resueltos-de-la-memoria-rusa/?page=4

sábado, 12 de marzo de 2016

Monumentos y manifestaciones artísticas soviéticas en los países de la antigua URSS (Europa del Este)



En los países de Europa del Este aún se conservan bastantes más estatuas soviéticas, con la excepción de Ucrania, donde debido a los conflictos con Rusia se han destruido muchas desde 2013.


BIELORRUSIA
Algunos de los monumentos que destacan en Bielorrusia lo hacen por su tamaño. Un ejemplo es “la Cima de la Gloria”, cerca de Minsk. Este memorial conmemora la liberación de los nazis por parte del ejército rojo en 1944, lo que se llamó la Operación Bagration.


El Monte de la Gloria, cerca de Minsk.

El monumento hace 70 metros de alto y está formado por las cuatro bayonetas (a un tamaño exagerado) de los héroes que liberaron el país. Quiere representar la fraternidad y la hermandad de aquellos que lucharon juntos contra los enemigos. En la cima de la colina hay una especie de anillo con las caras de soldados y partisanos bielorrusos.


Detalle del anillo del Monte de la Gloria.

Otro monumento es el del Héroe del Fuerte Brest, uno de los más importantes para los bielorrusos. En 1965, durante el 20 aniversario de la liberación de Bielorrusia por parte de las tropas soviéticas, el gobierno decidió erigir un memorial en el fuerte Brest, uno de los escenarios de la segunda guerra mundial. Su inauguración fue en 1971, con muchos de los veteranos de guerra que lucharon para defender en fuerte.

Inauguración del monumento al Héroe del Fuerte Brest, 1971


Hoy en día se siguen invirtiendo millones en la restauración del monumento. Se calcula que solo en 2013 se destinaron 18 millones en su mantenimiento. Además, es tal el afecto que los bielorrusos sienten por este monumento que cuando la CNN lo catalogó como uno de los monumentos más feos del mundo, desde Bielorrusia se pidió que la cadena ratificara sus palabras.

MOLDAVIA

En 2014, el alcalde de Chisinau pidió que se quitaran los monumentos que honoraban las tropas soviéticas como liberadores de los nazis. Con este acto, el alcalde siguió los pasos de Estonia. A la vez, consideró que era una manera de acercarse a la Unión Europea, donde Moldavia quiere entrar. Sin embargo, ésta demanda creó polémica ya que algunos políticos lo vieron como un hecho aberrante ya que consideran que los monumentos a los soviéticos son parte de su historia. Por otro lado, un 80% de las estatus necesitan de una urgente restauración. 


Algunos de los monumentos son el memorial conocido como “Gloria a los héroes – liberadores”, que se encuentra la ciudad de Bender. Lo curioso de este memorial es que se construyó en 1984, mucho más tarde que los demás monumentos que hemos visto. Se decidió edificarlo en motivo del 40 aniversario de la liberación por parte de las tropas soviéticas.

En él, se ve como una estrella corona el memorial, rodeada por cinco torres que representan bayonetas. Además, en la base hay unos relieves que simbolizan las diferentes etapas de la Segunda Guerra Mundial.

Memorial a la Gloria de los héroes liberadores, en Moldavia

Otro caso es el del monumento renombrado “Eternitate” (Victoria durante la era soviética), en Chisinau. Consta de una estrella roja enorme de cinco puntas de 25 metros con una llama en el centro. En la parte noroeste de la estrella hay diferentes estelas que simbolizan recordatorios de la Segunda Guerra Mundial. También hay otras estelas con los nombres de los soldados que murieron defendiendo Moldavia, gran parte soviéticos.

El "Eternitate" de Chisinau


El memorial se inauguró en 1975 pero desde que Moldavia consiguiera su independencia en 1991, el gobierno se ha gastado 50 millones en reconstruirlo. Finalmente se volvió a abrir en 2006. Por lo tanto, vemos como también hay casos de monumentos que se han decidido conservar y mejorar.

UCRANIA
El 9 de abril de 2015 se aprobaba una ley que prohibía los símbolos nazis y comunistas en Ucrania y que obligaba a cambiar los nombres de plazas y calles o monumentos que estuvieran relacionados con los dos regímenes totalitarios, en un margen de seis meses. Ahora bien, se debe tener en cuenta que cuando Ucrania obtuvo la independencia en 1991, muchos ayuntamientos se encargaron de quitar aquellos elementos que recordaran el régimen soviético pero la explosión llegó a raíz del Euromaidán en 2013, cuando se derrocaron centenares de estatuas de Lenin repartidas entre diferentes ciudades de Ucrania.



Derrocamiento del monumento a Lenin en Kiev, 2013.


Para los ucranianos es una forma de mostrar que no quieren volver al pasado comunista, en un momento en que las ansias expansionistas de Rusia vuelven a aparecer. Ellos son independientes y como tales, no quieren mantener estatuas que les recuerden su opresión soviética.

Como se ve en el infográfico, en febrero de 2014 se derrocaron 376 estatuas de Lenin en toda Ucrania, coincidiendo con el período más sangriento del conflicto y la huida del país y destitución de Yanukovich, junto con las manifestaciones pro-rusas y el posterior referéndum de Crimea en marzo de 2014. Precisamente, desde que empezara la crisis de Crimea, la destrucción de estatuas de Lenin se ha mantenido de media en unas 20 por mes. Esta situación ha provocado que de 5.500 estatuas que había en 1991, hoy en día queden 1.300, una disminución considerable si lo comparamos con otros antiguos países soviéticos.

Caída de estatuas de Lenin en Ucrania
Observando este mismo infográfico, vemos como Ucrania es el país donde más estatuas de Lenin se han destrozado mientras que en las otras antiguas repúblicas soviéticas el número es menor. Sin embargo, las repúblicas bálticas son los únicos países donde no quedan estatuas de Lenin en pie. 


Bibliografía:


Monumentos y manifestaciones artísticas soviéticas en los países de la antigua URSS (Países Bálticos)

En los países bálticos se han seguido unas políticas bastante similares respecto  los monumentos de la era soviética. Desde 1991 se han ido quitando las estatuas de los lugares públicos pero su recolocación varía según el país.

ESTONIA
En Estonia, desde 1991 los monumentos se han destruido, quitado de circulación o cambiado de sitio. En los últimos años, desde el Museo de Historia de Estonia se ha creado una exposición exterior en el Maarjamäe Palace donde albergar antiguas estatuas comunistas. Es una forma, consideran desde el museo, de contar la historia de la ocupación soviética. Hoy en día tienen 15 estatuas pero siguen recogiendo más. Entre estas estatuas, hay un busto de Lenin de bronce que durante la era soviética estuvo colocado en el Palacio de Cultura pero que, cuando Estonia consiguió su independencia, se guardó en los almacenes del nuevo Centro Cultural Johvi hasta que en 2004 el centro se convirtió en sala de conciertos. Entonces, la estatua fue rodando por diferentes sitios hasta que en 2008 llegó al Museo de Historia de Estonia.
Busto de Lenin en el Maarjamäe Palace
Sin embargo, el desmantelamiento de monumentos no siempre es bien visto, sobre todo desde Rusia. En 2007 sucedieron una serie de altercados a raíz de la decisión del gobierno de desmantelar un monumento a los soldados soviéticos caídos en la Segunda Guerra Mundial (El soldado de Bronce). Desde Rusia se consideró este acto como “sacrílego e inhumano”  y se amenazó con sanciones a Estonia.

El Soldado de Bronce
LITUANIA
El caso de Lituania es quizá, el más curioso de los tres bálticos. Se ha construido un parque en Vilnius, el Grutas Park, donde se han puesto todas las estatuas soviéticas, con una mayoría de Stalin, lo que ha llevado el parque a ser conocido como “el mundo de Stalin”.
Este parque se creó en 2001, cuando un se cogieron las estatuas y, bien por miedo a que las destruyeran o porque ya estaban deterioradas, se colocaron en un mismo lugar. Hoy en día hay 86 estatuas soviéticas.

Bustos de Marx, Engels, Lenin y Stalin en el Grutas Park
Las únicas estatuas soviéticas que quedaban en Vilnius estaban  en el Puente Verde. Eran de un estilo realista socialista, donde se representaban valores soviéticos como la agricultura, la educación de la juventud, la industria o las tropas para mantener la paz.
Estatua que representa la agricultura y la cual estaba colocada en el Puente Verde de Vilnius
Sin embargo, en julio de 2015 el ayuntamiento decidió quitarlas porque según su alcalde Remigijus Simasius: “The statues represent a lie. Their heroic portrayal of the Soviet people - that is all a lie ... The statues are a mockery of the real people who had to live during the Soviet period".

LETONIA
Al igual que sus compañeros bálticos, Letonia también empezó a quitar los monumentos soviéticos a partir de 2001 pero aún mantiene el Monumento a la victoria soviética. Este está formado por un gran obelisco de 79 metros flanqueado por dos conjuntos escultóricos (la madre patria y tres soldados soviéticos). 

Monumento a la victória soviética, Riga.
Detalle del Monumento a la victória soviética, Riga. 
Sin embargo, desde 2013 diferentes partidos han pedido que se desmantele ya que consideran que no representa la verdad. El episodio representa en teoría la liberación de los nazis por parte de las tropas soviéticas, pero los letones consideran que no fueron liberados porque salieron de un régimen totalitario para entrar en otro. 


Bibliografía: